Tras rigurosos controles, el equipo técnico de la bodega determina la maduración fenólica ideal y comienza la vendimia. En esta añada, el Bobal se vendimió en la tercera semana de septiembre y el Cabernet la segunda de octubre. Elaborado a partir de mosto flor procedente del sangrado de las uvas, desfangado estático con ayuda de frío. El mosto limpio se fermenta a temperatura controlada para dirigirlo hacia su mejor expresión aromática. Acabada la fermentación, trasegamos y lo conservamos con su lía fina, protegiéndolo así de la oxidación, y aportándole mayor volumen y suavidad al vino. Los procesos antes de su embotellado se realizan de la manera más respetuosa posible, para conservar al máximo su carácter.