Los López Vicente llevan cuatro generaciones dedicándose al cultivo de la vid. Sus conocimientos se han trasmitido de padres a hijos hasta alcanzar el 2002, año en el que la familia decidió fundar Bodegas A Coroa. Pese a tratarse de una bodega de perfil familiar, no rehúsa las posibilidades que los conocimientos modernos ofrecen. Así, combinan lo mejor de la tradición local con los mejores equipamientos para elaborar vinos que recuerdan a los de antaño pero que también cautivan a los más jóvenes.
La autóctona godello y la minuciosidad en el trato de la uva han sido sus señas de identidad desde la primera cosecha. Sin estos factores sería imposible explicar un vino como el A Coroa. Su nariz es un cesto de limas y limones de extraordinaria pureza aromática. El frescor se intuye ya a la vista, con su color verdoso y su brillo insinuante. Los aromas de uva espina y grosellas blancas maduras se combinan con los herbáceos, florales y salinos en un perfume delicado e intenso a la par. En boca parece cerrarse aromáticamente, centrándose en los tonos amargos, como si de un verdejo viejo se tratara; es su tacto el que se apodera de las mejillas y las acaricia con energía, con el frescor propio del buen vino gallego. Por vía retronasal asoman los tonos tropicales y de pomelo que redondean un vino repleto de carácter y de tipicidad, un godello de manual.
