Laderas de Sedella es un clima, un paisaje, una tierra, una gente, una añada y, en definitiva, la expresión de un entorno en una botella que habla a través de la variedad y del terruño.
Procedente de un viñedo joven plantado en pie bajo sin orden, arado con mula y con el sello de agricultura ecológica, se presenta como un tinto de monte mediterráneo, muy fresco y frutal, con un recorrido lleno de sensaciones. Producción limitada para un vino que actualmente se exporta practicamente en su totalidad y que constituye una de las mejores relaciones calidad/precio de toda Andalucía.