Laderas de Sedella es un clima, un paisaje, una tierra, una gente, una añada y, en definitiva, la expresión de un entorno en una botella que habla a través de la variedad y del terruño.
Procedente de un viñedo joven plantado en pie bajo sin orden, arado con mula y con el sello de agricultura ecológica, se presenta como un tinto de monte mediterráneo, muy fresco y frutal, con un recorrido lleno de sensaciones. Producción limitada para un vino que actualmente se exporta practicamente en su totalidad y que constituye una de las mejores relaciones calidad/precio de toda Andalucía.
En latín mancha, tâche en francés, que interpretamos como recuerdo o sensaciones imborrables. Mácula es la pequeña parte central de la retina que nos permite ver con claridad. Mácula es un vino potente, concentrado, masculino y largo.
Uvas provenientes de los viñedos más viejos, con bajos rendimientos y muy buena exposición de los racimos. Suelos mezcla de arcilla, caliza arenas: gravas en superficie.
Complejo, muy pleno y rico en matices. Con notas de frutos negros, notas balsámicas, un agradable dulzor todo redondeado con notas de vainilla que aterciopelan el bouquet aromático.
Con un color ligero y brillante, notas rubi-granates. Potencia aromática fresca, con pimienta dulce, regaliz, mineralidad, una divertida explosión de multitud de aromas.
Elaborado con Brancellao. Variedad de uva autóctona cuyo fornido cuerpo (de final largo y sabor intenso) bien merece recuperar su lugar entre los tintos gallegos.