

tinto fragante y exótico, con buena estructura y nítida expresión frutal.
En la localidad ourensana de Parada de Sil, María José Yravedra y Felipe Pérez-Somarriba rehabilitan una antigua bodega a orillas de los cañones del Sil. La bodega se integra en el paisaje característico de la Ribeira Sacra, entre viñedos en bancales de piedra, bosques centenarios de castaños y monasterios. La arquitectura alberga los factores naturales para elaborar sus vinos sinceros llenos de expresividad. Fusionando una viticultura poco intervencionista de variedades autóctonas y el valor de una elaboración natural. Todo ello contribuye a la originalidad y caracteres del vino, filosofía de innovación y tradición. Buen ejemplo de ello es este tinto fragante y exótico, con buena estructura y nítida expresión frutal.
Ficha técnica