

Un vino parcelario que toma su nombre de una de las parcelas más singulares de nuestra casa, El Castañal. Se trata de la viña bonita, 1 hectárea de mencías en vaso del cual no tenemos registro de plantación, pero que debe rondar los cien años. Todo en ella es espectáculo. Es un lugar mágico y el trabajo aquí es muy agradecido, pues la viña misma se autorregula, siempre y cuando sepamos leer sus necesidades de vegetación y poda. Sólo las 0,3 hectáreas de su parte más alta son responsables de este exclusivo vino.
Esta pequeña parcela, es testigo mudo del paso de miles de peregrinos a lo largo del año en su camino hacia Santiago de Compostela, permitiéndoles descansar y retomar el aliento en uno de sus costados, y siendo involuntariamente retratada por estos caminantes que ven en ella su singular belleza. A nivel de uvas, El Castañal, muestra también la misma belleza, pues la singularidad de sus suelos pobres de cuarzo y pizarra ofrece rendimientos muy bajos (15hl/ha.) y una alta mineralidad y complejidad del vino.
Ficha técnica