Las uvas de la variedad Syrah con las que ha sido elaborado este vino proceden de viñedos que se encuentran a entre 850 y 1.000 metros de altitud. Además tiene una característica peculiar, y es que ha sido fermentado en diferentes materiales como los lagares de piedra, las tinas de madera y también de acero inoxidable. La combinación del tinto resultante de estas tres fermentaciones propicia un vino con caracter y de matices bien integrados. Nos muestra un color rojo violáceo y presenta aromas que recuerdan a flores y a diversas especias, como el clavo o la pimienta blanca. Su entrada en boca es sedosa y con nervio.