Es el vino de mayor producción de la bodega pero no por ello el menos interesante. Un ensamblaje perfecto de las cuatro variedades plantadas en la finca La Verdosa en 1999 tras un meticuloso estudio de sus suelos llevado a cabo por el profesor australiano, y eminencia en viticultura, Richard Smart. Un tinto frutal y muy equilibrado por el excelente empleo de la madera de roble. Un vino ejemplar para adentrarse en la zona de Méntrida.